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Los Angeles, U.S.A, United States
Ex vicecónsul de Colombia en la jurisdicción de Los Angeles, Sur de California, Arizona y Nuevo México adjunto a la Embajada de Colombia en Washington,DC.- Cátedratico de Derecho Parlamentario, Derecho Internacional Público y Privado, , Geopolitica Latinoamericana en Universidades de diferentes países Americanos.

miércoles, 8 de octubre de 2008

CARTA DE UN HOMBRE ``SALVAJE´´ AL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS EN EL AÑO 1855

El Gran Jefe Blanco de Washington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras

¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?

Esa es para nosotros una idea extraña.

Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia de los pueblos.

Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos.

Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros.

El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que también es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.

Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deberán recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.

La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto de muerte y destrucción..

Yo no entiendo. Nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque soy un salvaje y no comprendo.

No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas, tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo.

El ruido de las ciudades parece solamente insultar los oídos salvajes nuestros..

¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago?. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo. Preferimos el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos que recrean nuestro olfato y nos hace sentir vivos..

El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre- todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor.

Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, él debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro.

Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.

Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: El hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que ese caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, a quien nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.

¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que sus hijos respeten la tierra, digan que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos. Si tratan mal a nuestra madre tierra , ella nos reprenderá y enviará enfermedades y muerte y nos pondrá en el ultimo lugar del universo.

Esto es lo que sabemos: La tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.

La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.

Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.

Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos llamados cables.

¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.

¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.

¿Qué sucederá con el hombre? Desaparecerá.

La vida ha terminado. Ahora empieza la lucha por la supervivencia.

Preparémonos…………..

miércoles, 1 de octubre de 2008

Salvemos el Mundo

ANTES











DESPUES






Apreciados Amigos:

En estos días tumultuosos cuando el hombre sufre el impacto de varios problemas mundiales, como: epidemias, virus, desastres ambientales, terremotos, secuestros, hambre, desempleo, strees y demás; es importante que hagamos una pausa en las actividades complejas y apresuradas de cada día para efectuar indispensables reflexiones:

La rebeldía y la violencia en el planeta irrumpen en todos los campos, en todos lados, y amenazan a la sociedad, ya que no existen formulas de los gobernantes para dar solución de un cambio de conciencia colectiva que dia a dia galopa incesantemente hasta consumir y perturbar nuestra mente.

Se elimina la ética y los valores que deben existir en el fondo de todas las realizaciones humanas, para luego presentarnos atormentados, sublevados e inquietos. Mientras tanto nos dejamos fascinar por las aberraciones de variada expresión eligiendo minivalores y miniconceptos que están desinformando a la sociedad equivocada de hoy.

Conceptos como el de injusticia, guerra, asesinato, corrupción, aborto, prostitución, toxicomania son el pan nuestro de cada dia, y la televisión en el mundo actua como caja de resonancia de estas prácticas, estimulando más la alucinación que dómina en casi todos los departamentos de la tierra en la actualidad.

Fallecieron los valores morales y estos fueron substituidos por una gran pseudomoralidad y las conquistas inestimables y los esfuerzos heroícos parecen impotentes para detener las aberraciones.

El hombre conquista el sistema solar pero pierde la paz, descubre el origen de la vida y acaba su existencia, sueña con el amor y cae en las pasiones, anhela la felicidad pero se intoxica en los goces embrutecedores.

En cualquier época lo esencial es que todo cambie, renovando y adecuando las formulas que se encuentren equivocadas.

Si no logramos hacer algo lo que sucederá es que en el futuro no muy lejano en el tribunal de la historia-. Las futuras generaciones nos sentenciaran y nos señalarán por nuestra desidia e insensibilidad y dirán lo que habrán de decir sobre todos nosotros.

La madurez de la humanidad es la que hará de esa renovación una necesidad.

Indudablemente, muchas cosas merecen ser renovadas y transformadas y lo serán en su momento por la fuerza de su poder moralizador, por sus tendencias progresistas, por la amplitud de las metas. En el momento, cuando la conciencia colectiva de prosperidad y armonia llegue a nuestros corazones, se modificarán las estructuras para deshacer los idolos de la ficción y la mentira.

Luego de este momento historico, que es ahora, surgiran los nobles valores, y el compromiso nuestro, y la razòn de ser de nuestra existencia debe florecer en este instante en el que estamos destinados al deber de contribuir con eficacia para trabajar por la construcción de la generación venidera trayendo una nueva mentalidad y desarticulando la maldad, para que el jardinero divino trabaje con las almas humanas, capacitadas para ello.

Recuerda que la vida es un rayo de luz en el firmamento, es corta, efimera y debes prepararte empezando desde ya con tu aporte a tus semejantes y te necesitamos.

No hables de cansancio ni acumules decepciones pues el momento es crítico, y el compromiso es grande y tenemos mucho trabajo por hacer.

Levantate y camina, púes el camino te necesita.

Cordial saludo,

WILSON ABRAHAM GARCIA